¿Qué es lo primero que se viene a tu mente cuando digo: SIRIA?
Día 52 de la cuarentena
Lima, Perú
Hice algunos amigos o conocidos o como quieran llamarlo ustedes. Ellos viven en el medio oriente, en países como Líbano, Turquía y Siria (precisamente estos tres países). Sin embargo, la persona que más se ha quedado en mi mente ha sido Muhammad. Un hombre que tiene más de 30 años, no es casado, no tiene hijos, posee una bodega familiar y es carpintero. Él vive en Siria, no vive al norte. Porque si así fuera probablemente no tendría tiempo para escribirme cada día y enviarme alguna foto de su hermoso jardín. ¿Acaso no lo saben? Al norte de Siria se ha desatado una guerra que lleva más de 7 años, desde el año 2011. Seguro están pensando que es algún tipo de terrorista. Pues no, están muy equivocados. Muhammad es un hombre muy paciente, amable y un fiel creyente de Alá.
Mi curiosidad se ha acrecentado por la cultura del medio oriente gracias a Zahir, Oguz y Muhammad. Ellos y algunas personas más me han permitido entender un poco mejor a los musulmanes, a los creyentes del Islam o de Alá. Pero no les contaré sobre ello ahora.
Quiero compartir con ustedes un fragmento del libro "La Frontera", el cual he estado leyendo y es acerca de Siria. La guerra. Es la narración real y verídica que ha realizado Samar Yazbek (periodista siria) sobre este conflicto. Ella ya tenía una vida establecida en París, al saber lo que estaba sucediendo en la tierra que la vió nacer decidió volver a su país y contarlo todo. Vivir la tragedia en carne propia. Escuchar y ver lo que sucedía.
La Frontera ganó el Premio Pen Pinter. Aquellos que ganan este premio deben arrojar una "firme e inquebrantable" mirada sobre el mundo y mostrar "la determinación intelectual feroz para definir la auténtica verdad de nuestras vidas y de nuestras sociedades". El premio se otorga a un "escritor Internacional de coraje", definido como "alguien que ha sido perseguido por hablar sobre sus creencias".
Bueno, no esperemos más y aquí les presento lo primero que me conmovió de esta guerra:
Página 62 de "La Frontera" de Samar Yazbek
"— Los aviones nos han atacado desde el inicio de la revolución —me dijo— . Nuestro pueblo, Amenas, está cerca de la fábrica de ladrillos que se ha convertido en uno de los cuarteles más grandes del ejército y sus mercenarios, la "shabiha". Muchas personas del pueblo murieron cuando bombardearon la casa de nuestro vecino Naasan. Un proyectil cayó en su olivar y mató a los trabajadores, a su mujer e hijos. Él no estaba allí, había ido a buscar agua y al regresar, se encontró con la masacre en su jardín.
La shabiha también atacó el olivar de otra familia, desaparecieron todos. Los hombres del pueblo encontraron a toda la familia masacrada: la madre, las hijas, el hermano, un joven y una nuera. A veces la shabiha salía en pandillas. Una vez, atraparon a uno de nuestros hijos. Cuando lo encontramos, le habían arrancado los ojos y cortado los dedos, pero no estaba muerto. Estaba con otro hombre al que también habían secuestrado, lo habían dejado sentado sobre un brasero de carbón ardiendo. Tenía la espalda quemada, como carne asada. Su esposa logró escapar...
Cuando llegaron a Matsuma, mataron a familias enteras. A una señora que lloraba porque habían asesinado al hijo frente a sus ojos, la mataron ¡porque estaba llorando! Necesitábamos huir y le pagamos a una persona para que nos ayudará, escapamos en la noche. Había largas filas de gente que también escapaba. Iban descalzos, algunos incluso semidesnudos, los bombardeos no paraban."
La shabiha también atacó el olivar de otra familia, desaparecieron todos. Los hombres del pueblo encontraron a toda la familia masacrada: la madre, las hijas, el hermano, un joven y una nuera. A veces la shabiha salía en pandillas. Una vez, atraparon a uno de nuestros hijos. Cuando lo encontramos, le habían arrancado los ojos y cortado los dedos, pero no estaba muerto. Estaba con otro hombre al que también habían secuestrado, lo habían dejado sentado sobre un brasero de carbón ardiendo. Tenía la espalda quemada, como carne asada. Su esposa logró escapar...
Cuando llegaron a Matsuma, mataron a familias enteras. A una señora que lloraba porque habían asesinado al hijo frente a sus ojos, la mataron ¡porque estaba llorando! Necesitábamos huir y le pagamos a una persona para que nos ayudará, escapamos en la noche. Había largas filas de gente que también escapaba. Iban descalzos, algunos incluso semidesnudos, los bombardeos no paraban."
¿Qué harías tú si vivieras bajo esta realidad?